Psicologos revelan por qué besamos con los ojos cerrados.

sábado, 26 de marzo de 2016

Psicologos revelan por qué besamos con los ojos cerrados.

En un beso los ojos están cerrados. Cerramos los ojos al besar, y lo más curioso es que lo hacemos sin pensar. Pocas personas se detienen a pensar si mantendrán los ojos abiertos o cerrados al momento de besar a alguien. El acto de besar nos lleva a un plano diferente inconscientemente. ¿Por qué?

Un estudio sobre la visión y la experiencia sensorial táctil en el Royal Holloway, Universidad de Londres, llegó a la conclusión que el cerebro tiene dificultades para procesar otro sentido pero también a concentrarse en los estímulos visuales.

Según dicho estudio el motivo de este acto “personal” de los ojos está relacionado con la preferencia de nuestro cerebro de no recibir varios estímulos sensoriales a la vez. Al aislarse del entorno sensorial multiestimulante, el cerebro se concentra en la experiencia sensorial exclusiva que nace del acto de besar, traducido de otra manera: Las personas cierran los ojos mientras que se besan para permitirle al cerebro enfocarse correctamente en la tarea en cuestión.

Inconscientemente desconectamos todo lo posible para concentrar nuestra atención en el acto mismo de besar, dejando fuera la visión y también los sonidos y sensaciones del tacto que pudieran competir con el besar.

Cuando besamos, nos concentramos en ello. Para la realización del estudio, los investigadores reclutaron a un grupo de voluntarios y les hicieron buscar una carta concreta, mientras que se les provocaban una serie de pequeñas vibraciones en su mano derecha o izquierda. De este modo, comprobaron que cuando la tarea visual era complicada (encontrar una carta parecida a las demás, por ejemplo) el estímulo táctil en la mano les distraía y hacía más difícil lograr su propósito.

¿Por qué damos besos con los ojos cerrados?

Cuando los besos y participar en otras actividades placenteras a la sensación táctil, como el sexo y el baile, la gente quiere centrarse en el contacto, en lugar de otras experiencias sensoriales, traducidas en "potencialmente distracción".

Los besos son una forma de estimular el sentido del tacto, al poner en contacto la piel de los labios de las dos personas que se besan. Por eso, inconscientemente, nuestro cerebro nos hace cerrar los ojos, impidiendo la interacción de la vista y favoreciendo que la experiencia sensorial resultante sea mucho más intensa.

…Y sin saber, nos concentramos en aquella experiencia de tacto que ha quedado inmortalizada en literatura, pintura, canciones, cine, fotografía, en besos famosos y…en la memoria más personal de cada uno.

FUENTE:
http://www.independent.co.uk
http://www.latendencia.cl

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